domingo, 22 de septiembre de 2019



A LA CHIQUITANÍA
Por Cristy Zea O`Phelan
                                                           21 de septiembre de 2019
Tantos animales,
Tantos arbolitos,
Tantas vidas juntas, que claman justicia.
No sé si te duele, no sé si lo viste,
Sólo sé que el Espíritu del Monte debe estar llorando
y está aún esperando que todos nosotros digamos
¡¡¡YA BASTA!!!

De esos bosques que emanaban vida,
y ahora solamente emanan ya muerte.
Por esas cenizas de los inocentes,
por esas cenizas de los arbolitos.

No puede ya el hombre, luchar contra todo,
No puede ya el hombre dejar que avaricia e intereses humanos,
destruyan la vida de nuestros hermanos.
Nuestro hermano árbol, hermanos reptiles,
Hermanos anfibios, hermanos mamíferos,
Hermano tucán y hermanas las aves,
Su voz no se escucha, sólo el cielo sabe.
De toda la vida que ya no se mueve,
de toda la vida que ya nadie puede,
volver a vivirla….
            La fuerza y coraje de los voluntarios,
            que dieron su vida por salvar
                                                           los bosques.
                                                           Nada será en vano,
                                                           ¿Primavera existes?
                                                           Sé que puedes verlo,
                                                           sé que lloras triste.
                                                           Por todas las voces que ya no se escuchan,
                                                           por todos los vuelos de aves que no fueron,
                                                           por toda la vida que allí aún respira,
                                                           por eso suspira y grita con fuerza:
            ¡¡¡CHIQUITANÍA SIEMPRE VIVA!!!!                                       
                                           


domingo, 15 de septiembre de 2019


Y VUELVO A MI ESENCIA
(Por Cristy Zea O`Phelan)
La Paz, 15 de septiembre de 2019

Y vuelvo, aunque hayan pasado días, semanas, meses o años, vuelvo a mi esencia. ¿Por qué? Porque sin mi esencia nada soy. Sin mi esencia soy sólo el fantasma de mi propia existencia. Vuelvo a mí porque aun cuando podría seguir intentando ser como los otros, seguir los estereotipos, escalar esa cima ficticia del éxito o atravesar el rotundo fracaso, no hay nada más importante y urgente que volver a mí misma. Porque el tiempo se acorta, porque ya nada importa, sólo ser lo que eres, pero auténticamente; disfrutar el segundo, disfrutar el instante, alegrarse con poco, con mucho o con nada, pero alegrarse y ser feliz…..Disfrutar los detalles, sí, los más pequeñitos, esos que de verdad nacen de lo bonito, de lo profundo del corazón.
Y aunque la vida tenga los misterios precisos, que tal vez necesito para aprender mis lecciones y que aunque muchas veces, no las quiera aprender; y que aunque muchas veces, no las quiera entender, esta vida incisiva me las repite de mil maneras, hasta que finalmente, yo decida captar sus mensajes unas veces dolorosos, pedregosos, escabrosos pero otras muchas hermosos y maravillosos.
Así es que hoy por fin decido, aceptar que conmigo, con toda plenitud, sin mayor inquietud, puedo ser con aplomo, la feliz pasajera, de esta vida que mira por mis ojos profundos, los colores divinos, los colores del alma, el azul escarlata, el rojo apasionado, el celeste del cielo, el verde esmeralda de la madre naturaleza, el brillo de las bellas estrellas y aunque con mil errores, esa luz, esa mera, la que contiene todo, con su gran esplendor, la de nuestro Creador!!!
Si es que también te fuiste. Vuelve ya!!! Se abrirán las compuertas de los cielos divinos. Se hará lo tan soñado por todos nuestros niños. Los papás y mamás ya escuchan a sus wawitas. El sol brilla refulgente. La lluvia sale de rato en rato, pues le gustan las risas y también cada tanto, el arcoíris brilla con sus hermosos colores. Las nubes que son traviesas también salen de rato en rato para ver la alegría de las risas divinas de los niños felices.